Aunque el mes tradicional de reflexionar sobre la virgen María sea mayo, como durante este mes celebramos los cultos que culminaremos el día 24 festividad de nuestra Madre de las Mercedes, desde la diputación de formación queremos profundizar sobre el origen histórico de la fundación de la orden mercedaria y a lo largo de los siguientes domingos de este mes, iremos publicando en nuestra página web reflexiones en torno a su figura tan amada por nosotros que nos confesamos mercedarios.
El significado del título “Merced” es ante todo “misericordia”. La Virgen es misericordiosa y también lo deben ser sus hijos. Esto significa que recurrimos a ella ante todo con el deseo de asemejarnos a Jesús misericordioso.

MARÍA Y SAN PEDRO NOLASCO
Eran tiempos en que los musulmanes saqueaban las costas y llevaban a los cristianos como esclavos a África. La horrenda condición de estas víctimas era indescriptible. Muchos perdían la fe pensando que Dios les había abandonado. Pedro Nolasco era comerciante. Decidió dedicar su fortuna a la liberación del mayor número posible de esclavos. Recordaba la frase del evangelio: “No almacenéis vuestra fortuna en esta tierra donde los ladrones la roban y la polilla la devora y el moho la corroe. Almacenad en el cielo, donde no hay ladrones que roben, ni polilla que devore ni óxido que las dañe” (Mt 6,20).
Año 1203, el laico, San Pedro Nolasco inicia en Valencia la redención de cautivos, redimiendo con su propio patrimonio a 300 cautivos. Forma un grupo dispuesto a poner en común sus bienes y organiza expediciones para negociar redenciones. Su condición de comerciantes les facilita la obra. Comerciaban para rescatar esclavos. Cuando se les acabó el dinero forman cofradías para recaudar la “limosna para los cautivos”. Pero llega un momento en que la ayuda se agota y se plantea entrar en alguna orden religiosa o retirarse al desierto. Entra en una etapa de reflexión y oración profunda.

LE RESPONDE LA VIRGEN
San Pedro Nolasco pide a Dios ayuda y, como signo de la misericordia divina, le responde la Virgen que funde una congregación liberadora.
La noche del 1 al 2 de agosto de 1218, la Virgen se les apareció a Pedro Nolasco, a San Raimundo de Peñafort, y al rey Jaime I de Aragón, y les comunicó a cada uno su deseo de fundar una congregación para redimir cautivos. La Virgen María movió el corazón de San Pedro Nolasco para formalizar el trabajo que él y sus compañeros estaban ya haciendo. La Virgen llama a Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación de los cautivos de los musulmanes, expuestos a perder la fe.
San Pedro Nolasco le dice a María:
¿Quién eres Tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mí?:
“Yo soy María, la que le dio la carne al Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy la que recibió la profecía de Simeón, cuando ofrecí a mi Hijo en el templo:”Mira que éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción: y a ti misma una espada vendrá a atravesarte por el alma”.
¡Oh Virgen María, madre de gracia, madre de misericordia!. ¿Quién podrá creer que Tú me mandas?:

“No dudes en nada, porque es voluntad de Dios que se funde esta congregación en honor mío; será una familia cuyos hermanos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel y serán signo de contradicción para muchos.”

LA INSTITUCIÓN NUEVA

San Pedro Nolasco, funda la congregación, apoyado por el Rey Jaime I de Aragón, el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.
Su espiritualidad se fundamenta en Jesús, el liberador de la humanidad y en la Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora. En el capítulo general de 1272, los frailes toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, mercedarios. El Padre Antonio Quexal, siendo general de la Merced en 1406, dice: “María es fundamento y cabeza de nuestra orden”.

EN LA CATEDRAL DE BARCELONA
El 10 de agosto de 1218 en el altar mayor de la Catedral de Barcelona, en presencia del rey Jaime I de Aragón y del obispo Berenguer de Palou, se crea la nueva institución. Pedro y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona. Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora de la congregación mercedaria.

LA VIRGEN DE LA MERCED, LA FUNDADORA
La Virgen de La Merced, manifiesta su misericordia por los cautivos para atenderlos y liberarlos. La talla de la imagen de la Merced venerada en la basílica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de estilo sedente, como las románicas. El año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia el 24 de septiembre.

ACTUALIDAD DEL CARISMA
El carisma mercedario de liberar a los cautivos sigue siendo tan necesario como siempre. María ofreció todo su ser para que viva el Hijo de Dios encarnado.
En el cántico del Magníficat (Lc 1, 46), María expresa la liberación de Dios. El Papa San Juan Pablo II dijo que “María es la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad”. La Virgen continúa velando por sus hijos cautivos de Satanás y nos pide nuestra cooperación. Nosotros debemos dar nuestra vida para que su Hijo viva en nosotros y así pueda liberar a nuestros hermanos. Ella nos enseñará cómo hacerlo.

DIOS PADRE DE MISERICORDIA, MARÍA MADRE DE MISERICORDIA.
Dios, es Padre de Misericordia, María es, Madre de Misericordia. Ella refleja la misericordia de Dios, sufriéndolo todo por sus hijos. Los cristianos debemos también reflejar la misericordia de Dios sufriéndolo todo por amor. Las obras de misericordia que la Virgen pidió incluyen la visita, el acompañamiento y la ayuda a los que salen de la cárcel.

UNA CONGREGACIÓN LAICAL
Así fue en los primeros tiempos. Su primera ubicación fue el hospital de Santa Eulalia, junto al palacio real en Barcelona. Allí recogían a indigentes y a cautivos que regresaban de tierras de moros y no tenían donde ir. Seguían la labor que ya antes hacían de crear conciencia sobre los cautivos y recaudar dinero para liberarlos. Salían cada año en expediciones redentoras. San Pedro Nolasco continuó sus viajes personalmente en busca de esclavos cristianos. En Argelia, lo hicieron prisionero pero logró conseguir su libertad. Aprovechando sus dones de comerciante, organizó con éxito por muchas ciudades colectas para los esclavos.

CUARTO VOTO
Además de los tres votos de la vida religiosa, pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto: dedicar su vida a liberar esclavos. Se comprometían a quedarse en lugar de algún cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, cuando el dinero no alcanzara a pagar su redención.
Así lo hizo San Pedro Ermengol, un noble que entró en la orden tras una juventud disoluta. Este cuarto voto distinguió a la nueva comunidad de mercedarios.
El Papa Gregorio IX aprobó la comunidad y San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General. El rey Jaime decía que la conquista de Valencia, se debía a las oraciones de Pedro Nolasco y cada triunfo que obtenía lo atribuía a sus oraciones.

DESCANSA YA, SIERVO BUENO Y FIEL
San Pedro Nolasco, a los 77 años, pronunció el Salmo 76:
“Tú, oh Dios, haciendo maravillas, mostraste tu poder a los pueblos y con tu brazo has rescatado a los que estaban cautivos y esclavizados”.
Y se durmió en el regazo de la Virgen. Su intercesión logró muchos milagros y fue canonizado en 1628.
En el año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia, y fijó su fecha el 24 de septiembre.